RECUERDOS DE TIEMPOS PASADOS EN PIZARRO
VALMOR aparte de publicar en otras páginas tambien quiso aportar su granito de arena enviandome estos recuerdos de sus vivencias en Pizarro para ser publicadas aqui y disfrutar de ellas o recordar los que como él vivieron aquellos años en Pizarro.
"Como ya he comentado alguna que otra vez, el pueblo de Pizarro empezó a construirse en los primeros años 60 del pasado siglo. En 1963 ya vivían algunos albañiles, pintores y personal que de una u otra forma estaban relacionados con la construcción del pueblo. Este personal lógicamente tenía que comer y beber y necesitaban un establecimiento que les hiciera esas provisiones. Ya en los primeros meses de 1964 llegaron los primeros "colonos", su procedencia era dispar, pero algunos pueblos hicieron una aportación extraordinaria de esos "colonos". La Guarda, Quintana de la Serena, Escurial y Campo Lugar, creo que fueron los pueblos de donde más gente vino. Ya en la 2ª "Oleada" (Septiembre de 1964), la aportación de Campo Lugar fue masiva, aunque también aportaron gente Valdivia, Villamesias, El Risco y algún que otro pueblo.
Al pueblo le correspondía (y así estaba previsto), establecimiento de ultramarinos (2), peluquería, estanco, Taxi, un cine etc., pero todo esto aun tardaría algún tiempo en asignarse.
Se estableció una "cantina-comercio" en la casa que hay justo a la trasera de donde vive el vecino Sandalio (sí, es un nombre raro, pero así se llama este vecino de Pizarro). En lo que llamábamos el "granero" instalaron el comercio y en lo que era la cuadra se lo habilitaron como cantina. Estos establecimientos los regentaba un joven matrimonio venidos de Campo Lugar, Valentín es el nombre de él y Francisca el de ella. Ella, básicamente atendía lo que era el comercio y él se dedicaba a las labores propias de la cantina.
En este local (la cantina) pasábamos la juventud la mayor parte del tiempo (no había nada más donde ir), ahí se instaló una televisión (quizás la primera de Pizarro), donde veíamos series televisivas tan emblemáticas como: "El Fugitivo", "Los Intocables", "Bonanza", "El Zurdo", asistíamos a los partidos de Fútbol e incluso recuerdo en el año 1968 cuando anunciaba el régimen aquello de: "Vota Sí en el Referéndum Nacional", lógicamente el resultado de las votaciones no se si fué cerca de un 90% en favor del Sí, o al menos, esto fue lo que nos dijeron. Este "cantinero" era un "vivales" y organizaba unas "Rifas" entre la concurrencia que consistían en un "Cajón" sorpresa como premio, con la única condición que el Cajón no debía abrirse allí, había que hacerlo cada uno en su casa. El dichoso "Cajón sorpresa", pesaba de lo lindo y el que era agraciado con el mismo, salía corriendo para casa y desde luego la sorpresa era mayúscula, por que, en el interior, como único premio iba UN PICO, sí, un pico ya desgastado en las obras. Lógicamente, el agraciado con semejante "tesoro" herido en lo más profundo de su ser, guardaba silencio como una tumba para evitar el "cachondeo" y así seguía noche tras noche la dichosa rifa con el correspondiente pico como premio.
A pesar de todas las calamidades que pasamos aquellos primeros años, hoy fluyen en mi memoria recuerdos inolvidables, vivencias que solo se experimentan en ciertas etapas de la vida y que luego ya nunca más se vuelven a vivir. Mis recuerdos de Pizarro son infinitos, unos buenos y otros no tantos, pero todos te dejan una huella que nada ni nadie logra borrar por mucho tiempo que transcurra.
Espero no haber aburrido a nadie con estos mis recuerdos de Pizarro.
Saludos cordiales."
VALMOR.
"Como ya he comentado alguna que otra vez, el pueblo de Pizarro empezó a construirse en los primeros años 60 del pasado siglo. En 1963 ya vivían algunos albañiles, pintores y personal que de una u otra forma estaban relacionados con la construcción del pueblo. Este personal lógicamente tenía que comer y beber y necesitaban un establecimiento que les hiciera esas provisiones. Ya en los primeros meses de 1964 llegaron los primeros "colonos", su procedencia era dispar, pero algunos pueblos hicieron una aportación extraordinaria de esos "colonos". La Guarda, Quintana de la Serena, Escurial y Campo Lugar, creo que fueron los pueblos de donde más gente vino. Ya en la 2ª "Oleada" (Septiembre de 1964), la aportación de Campo Lugar fue masiva, aunque también aportaron gente Valdivia, Villamesias, El Risco y algún que otro pueblo.
Al pueblo le correspondía (y así estaba previsto), establecimiento de ultramarinos (2), peluquería, estanco, Taxi, un cine etc., pero todo esto aun tardaría algún tiempo en asignarse.
Se estableció una "cantina-comercio" en la casa que hay justo a la trasera de donde vive el vecino Sandalio (sí, es un nombre raro, pero así se llama este vecino de Pizarro). En lo que llamábamos el "granero" instalaron el comercio y en lo que era la cuadra se lo habilitaron como cantina. Estos establecimientos los regentaba un joven matrimonio venidos de Campo Lugar, Valentín es el nombre de él y Francisca el de ella. Ella, básicamente atendía lo que era el comercio y él se dedicaba a las labores propias de la cantina.
En este local (la cantina) pasábamos la juventud la mayor parte del tiempo (no había nada más donde ir), ahí se instaló una televisión (quizás la primera de Pizarro), donde veíamos series televisivas tan emblemáticas como: "El Fugitivo", "Los Intocables", "Bonanza", "El Zurdo", asistíamos a los partidos de Fútbol e incluso recuerdo en el año 1968 cuando anunciaba el régimen aquello de: "Vota Sí en el Referéndum Nacional", lógicamente el resultado de las votaciones no se si fué cerca de un 90% en favor del Sí, o al menos, esto fue lo que nos dijeron. Este "cantinero" era un "vivales" y organizaba unas "Rifas" entre la concurrencia que consistían en un "Cajón" sorpresa como premio, con la única condición que el Cajón no debía abrirse allí, había que hacerlo cada uno en su casa. El dichoso "Cajón sorpresa", pesaba de lo lindo y el que era agraciado con el mismo, salía corriendo para casa y desde luego la sorpresa era mayúscula, por que, en el interior, como único premio iba UN PICO, sí, un pico ya desgastado en las obras. Lógicamente, el agraciado con semejante "tesoro" herido en lo más profundo de su ser, guardaba silencio como una tumba para evitar el "cachondeo" y así seguía noche tras noche la dichosa rifa con el correspondiente pico como premio.
A pesar de todas las calamidades que pasamos aquellos primeros años, hoy fluyen en mi memoria recuerdos inolvidables, vivencias que solo se experimentan en ciertas etapas de la vida y que luego ya nunca más se vuelven a vivir. Mis recuerdos de Pizarro son infinitos, unos buenos y otros no tantos, pero todos te dejan una huella que nada ni nadie logra borrar por mucho tiempo que transcurra.
Espero no haber aburrido a nadie con estos mis recuerdos de Pizarro.
Saludos cordiales."
VALMOR.
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