LA LEYENDA DE PIZARRO
Hola, soy mercedes Laso García, de Campo lugar, a lo mejor mucha gente no me conoce, pero me reconoceréis enseguida si os digo que en la actualidad trabajo por las mañanas en Ayto de Pizarro.
Estoy entre vosotros a petición de una vecina vuestra, Isabel Gabriel, que está haciendo una página Web de Pizarro, con toda la actualidad e incorporar cosas del pasado, objetivo que me parece hermoso por su parte.
Un día me comento que había ido a visitar a Dª Concha Villar Bravo para que le contase su historia con el santo de San Isidro, a lo que esta le dijo que no se sentía con ánimos y que hacía unos años yo había escrito aquella historia que me lo podía preguntar a mi. Isabel me lo comentó me pidió que si no me importaba facilitarle aquel documento si aún lo conservaba, yo le dije que si que contara con ello si lo tenía y con mucho gusto se lo he facilitado ya que me parece demasiado bonito para que no esté a disposición de todos los Pizarreños, además en el fondo de mi corazón siento que se lo debo ya que en aquel entonces yo no pude hacerlo.
En octubre de 1997 entré a trabajar en Ayto de Campo Lugar como monitora sociocultural tenía que trabajar para Campo Lugar y para Pizarro cuando entré tenía muchos proyecto para desarrollar y sobre todo muchas ilusiones y uno de los proyectos era sacar adelante una revista de los dos pueblos, con todos los acontecimientos que surgiera, y de Pizarro quería escribir, su historia, desde sus principios, logré sacar el primer número después el segundo ya no me dejaron hacerlo, por razones que desde luego no voy a decir aquí, (entre otras cosas por que aquello no es lo importante ahora). Esta historia de San Isidro fue una de las que logré rescatar para la segunda revista, y que quedó sin plasmar. Fueron varias tardes las que me reuní con algunas personas de la 3ª edad, tardes que hoy me vienen a mi memoria y que guardo un grato recuerdo, como lo guardo de todas las personas que hicieron posible aquellas tardes de tertulias in
tentando recuperar los primeros años de existencia de los colonos en Pizarro, de Concha, Aniceto, María, Anita, Alejandro (que ya no está entre nosotros), y algunos más que no recuerdo sus nombres pero que ellos saben que estuvieron allí conmigo, a los cuales desde aquí les doy las gracias por su colaboración, aunque no pudieron ver nada de lo que ellos contaron por eso Isabel te facilito esta historia para que tu la publiques, utilizando las nuevas tecnologías evidentemente y desde aquí te animo a que sigas desarrollando este proyecto que es sencillamente maravilloso.
Con cariño.
Mercedes Laso García.
2 comentarios:
Voy a daros mi visión sobre lo que aquí se relata, es una visión parcial y muy sesgada pues desconozco absolutamente todo, excepto lo que nos cuenta Mercedes, posiblemente haya muchos matices y detalles que no aprecio, pero os cuento como lo veo yo, que soy forastero y quizás por ello tenga una distancia que me permite ver cosas que por ser para vosotros habituales y cercanas se os escapan.
Instalados ya hoy, en una rutina diaria e incluso yo diría que anual, sabiendo lo que se ha de hacer en cada momento y teniendo conocimiento del lugar que cada uno ocupa en el universo, no se puede apreciar en su verdadera magnitud lo que debió suponer el inicio de un esfuerzo semejante al que requirió la fundación de Pizarro.
Por mucho que uno tenga interés en imaginarse como debieron ser las cosas en un principio no se ha de acercar siquiera lo más mínimo al sacrificio que supuso para personas con escasa formación (como era habitual en la mayoría por aquellos días) emprender una empresa semejante que suponía renunciar al arraigo con las tierras de origen e irse a vivir a un sitio extraño con gente extraña y con un destino poco predecible, este hecho en sí supuso un acercamiento entre ellos pues la certeza de necesitar ayuda y de no poder recabarla más allá que entre iguales hizo que los recelos y ambigüedades propios entre gente extraña desaparecieran, creándose vínculos muy fuertes y duraderos que llegan hasta nuestros días como se aprecia en el hecho de compartir por un día lo que cada uno quiere aportar con el único deseo de pasar un rato juntos.
No es extraño que personas tan unidas a la tierra por necesidad y supervivencia miraran de forma permanente al cielo, no ya en demanda de ayuda si no pidiendo alejar perjuicios, y para ello el más indicado no podía ser otro que San Isidro.
La pasta de la que están hechos estos ahora ya mayores y entonces jovencitos o incipientes maduros, la da el hecho de que ante un quebranto semejante como es una recuperación de nada más y nada menos que siete años, lejos de derrumbarse y amedrentarse, vio como única salida ir hacía adelante, poniendo todo su empeño en aceptar su suerte y superar lo que viniera, característica clara de gente agricultora acostumbrada a los desaires del destino.
Para emprender una empresa semejante los matrimonios debían tener un amor especial el uno por el otro, pues sin este tipo de apoyo tan cercano, las dudas y la ansiedad hacen mella y acaban medrando la capacidad de lucha y sacrificio que requieren los continuos reveses de la vida.
Al innegable valor que estos primeros ciudadanos de Pizarro daban a la familia se le une el valor que tiene la palabra dada, aunque sea en la más absoluta intimidad y en circunstancias adversas, hablar con personas que respetan como la más firme ley un compromiso personal e intimo hasta el punto de hacer un sacrificio tan grande de su hacienda personal en momentos en los que sin duda habría más de un destino conveniente a ese dinero, supone un lujo y un orgullo.., orgullo de pertenecer a una comunidad con vinculos tan fuertes y con valores que tan escasos se adivinan hoy en día.
Por eso al ver la imagen de San Isidro os invito a que veais más allá de las creencias personales de cada uno y se vea la calidad de las personas, muchas veces inadvertida entre el trajín del trabajo diario, duro y a veces ingrato que supone la agricultura. Hay que ver más que la fé propia y ver el compromiso de otros y recabar el respeto y orgullo para los que fueron.
Sirva esta disquisición de forastero para que sintais orgullo de ser así, como sois y pongais empeño en que este carácter vuestro perdure en el tiempo y se vea reflejado en los vuestros y en los que vendrán.
Saludos de este forastero.
Perolo.
Simple y llanamente GENIAL (DE GENIALIDAD) mucho se podrá decir a partir de este día, ¡mucho y tal vez mas extenso! pero tan conciso y claro, yo creo que poco, no defraudas a nadie ya que cubres con creces las expectativas de tirios y troyanos que te sigamos o no, no pueden ser ajenos al hecho en sí, de que tus escritos ¡estos! son llevados a cavo con todos tus sentidos entregados a una noble causa, ya que son creados desde el intestino (no delgado) ¡no! si no todo lo contrario ¡apretado! y no por estreñimiento, que tampoco…al contrario, por ¡sentimiento! de sentir, con el intestino henchido por el reconocimiento, lo tuyo es sentir y exteriorizar, un acercamiento total hacia esas personas que lo dieron todo, a cambio de casi nada y a veces, de muy poco, para generar en base a su historia, sus vivencias y conocimiento, un homenaje tan grande, como el que tu les haces AMIGO PEROLO.
¡Viva la MADRE que te engendro y al PADRE que lo posibilito! Y viva cono no podría ser de otra manera, todas esas gentes, que aun a pesar de sus grandes penurias, supieron afrontar la vida y mas en aquellos tiempos de hambre y dictadura, con la cabeza muy alta y el corazón henchido de generosidad.
Un abrazo a todo/a hijo/a de vecino de buena ley.
¡¡¡EN HORA BUENA!!!
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