Con anterioridad a la llegada de los "Colonos" ya habitaban el pueblo gran cantidad de personas de diferentes oficios (Albañiles, carpinteros, pintores etc.) que su principal ocupación era la construcción del pueblo. Vivían en las casas que aun sin terminar, las acondicionaban para poder vivir dignamente con toda la familia y, de esa forma, evitar los traslados diarios a sus lugares de procedencia, toda vez que, los medios de locomoción existentes en aquellos años era el del "Coche de San Fernando", como mucho, algunos tenían una bicicleta y otros algún borriquillo, medios a todas luces inapropiados para hacer diariamente largos viajes. Los "colonos" y los constructores del pueblo estuvimos conviviendo durante algún tiempo pues la construcción del pueblo aun tardó en terminarse completamente.
De Abertura había llegado una familia que se encargaron de pintar todo el pueblo, esta estaba compuesta por el matrimonio de: Tío Martín Cadenas y su Esposa Inés junto con sus Hijos Catalina, Juan y Juana. No retengo en mi memoria si Juan ya se había casado con Isabel o aun seguía soltero. Como digo, esta familia se encargó de pintar todo el pueblo, sí es cierto que también contrataron a algunos operarios que les ayudaron, entre ellos recuerdo a mi gran amigo Francisco Moreno (El Moreno). Que apuros (Verdad Moreno) el día que tocaba pintar la torre de la Iglesia, ¿quien metía mano a aquella majestosa torre con los rudimentarios medios que se disponía?. No me digan como lo hicieron pero la torre se pintó y muy bien pintada, desconozco si la habrán vuelto a dar alguna mano de pintura. Sin desmerecer a nadie de esta gran familia trabajadora, en honor a la verdad tengo que decir que a mí la que más me llamaba la atención era Juana, en aquellas fechas Juana debía contar alrededor de 18 años (algunos más que yo) y dentro de su ropa de faena se adivinaba una mujer hermosa, atractiva y bella que manejaba los aperos de la pintura con gran soltura y primor. Que decir de Juan, hombre rocoso, trabajador y emprendedor donde los haya, de todo ello da muestras que cuando finalizó sus trabajos en Pizarro, regresaron a su Abertura natal donde Juan se dedicó al Taxi, además de, junto a toda la familia, regentar durante muchos años un Bar y el Baile donde prácticamente toda la juventud de aquella época nos dábamos cita al reclamo de sus abundantes y bella mujeres. Era Abertura y más concretamente el Baile de Cadenas el lugar de encuentro de gran cantidad de jóvenes que llegábamos de todos los pueblos vecinos.
Me viene a la memoria y al hilo de esta gran familia una anécdota o travesura de juventud que acaeció en Pizarro y en la que yo tomé parte. La Familia Cadenas criaron un borrego creo que con biberón, desde luego le cogieron muy chiquitito. Este borrego deambulaba suelto por todo el pueblo -siempre siguiendo la estela de sus dueños- por lo que no nos fue difícil hacernos "amigos" de él, le enseñamos muchas cosas, entre ellas a trompar (de todos es sabido que los borregos trompan), le poníamos la mano para que topara sobre la misma, así lo hacía una y otra vez, hasta que, este animalito crecía y crecía y ya no había quien aguantara sus topetazos por que, simplemente nos sentaba de culo. Aquí había que hacer algo para evitar los topetazos que harreaba el angelito, para esquivarlo utilizábamos (a modo de capa o muleta) cualquier prenda de vestir que tuviésemos a mano. Como éramos una "cuadrilla" a cual de ellos más travieso e ingeniosos, alguien pensó (o quizá fui yo) hacer una trastada con el borrego, dicho y hecho. Todos habíamos atado alguna vez una cuerda al rabo de un perro y al otro extremo una lata, si alguien ha visto alguna vez esto, desde luego yo con el paso del tiempo no lo recomiendo, el animal no encuentra sitio por donde correr y cuando se para es por agotamiento. Pues bien, al borrego no le atamos una lata pero sí un trozo de saco de papel de los del cemento ¡pobre animal!, ¿que se pensaría que llevaba atado en el rabo?, si un perro corre con la lata, desde luego este borrego no se quedaba atrás. En fin, son travesuras de juventud que, desde luego no apruebo en absoluto.
Este relato quiero que sea un recuerdo y un reconocimiento a una gran familia de trabajadores que tuve la suerte de conocer en mis años de niñez-juventud. En mi última visita a Abertura pude saludar a Juan aunque dudo que él me reconociera a mí, aunque así lo afirmara.
En aquellos tiempos llegaron a Pizarro algunas familias más procedentes de Abertura, -Familia de Martín Vaca Barquilla, "El noble" y tío Pedro Valencia- pero todos merecerían individualmente un capítulo aparte....
Es curioso contemplar el nacimiento de un pueblo y verlo crecer poco a poco. Yo conocí el lugar donde está construido Pizarro cuando era una finca dedicada a la cría de ganado lanar propiedad de unos leoneses (Don César), los cuales utilizaban esta finca y las que tenían en Castilla para trasladar el ganado de unas a otras según la estación del año, lo que todos conocemos como "trashumancia". Estas grandes dehesas fueron expropiadas, hechas parcelas de más o menos extensión y entregadas a los "Jornaleros" que entonces abundaban en Extremadura y que se les dio en llamar "Colonos", junto a las tierras expropiadas siempre se construía un pueblo.....
Publicado por VALMOR